domingo, 12 de junio de 2011

Los recuerdos de Rafael A. García: "EL VIRUTAS"

El próximo en hablarnos de su experiencia en la obra “El amigo Melquiades será Rafa García.

Actualmente está estudiando la carrera de Trabajo social en la UA (Universidad de Alicante) y tiene claro que continuará todos los años que pueda en el grupo.
Le deseamos suerte para su carrera y mucha mierda para que continúe con nosotros.
Un saludo

Nombre: Rafael A. García
Año comienzo en el grupo: 2007
Año final en el grupo: --
Obras:
“El amigo Melquiades” de Carlos Arniches
“El patio” de los hermanos Álvarez Quintero
“Nuestro pueblo” de Thornton Wilder
“Mucho ruido y pocas nueces” de W. Shakespeare

¿Qué significó para mí la obra "El Amigo Melquiades"?

Tengo un especial recuerdo de esta obra, ya que significó el inicio de mis andadas por el grupo.

El primer recuerdo que me viene a la cabeza cuando pienso en “El amigo Melquiades” es el buen rollo que se respiraba en los ensayos: risas, abrazos y bromas. Es lo que me hace sonreír cuando pienso en ello.

Otro punto importante que recuerdo eran los nervios que sentía en los ensayos. En un principio pensaba que el teatro consistía en esperar pacientemente a tu turno y hablar en el momento oportuno, pero, gracias a Chinchilla y a mis compañeros veteranos (como Nadia, Laura, Braulio, Mónica, Ginés, Rosana, Lilian, etc.), aprendí que el teatro se tenía que sentir dentro y que hay que disfrutarlo.

Esa fue una gran lección que aprendí ese mismo año.

Ya llevo 5 años en el grupo (y espero que siga mucho más) y, cuando veo que año tras año van entrando nuevos oscarmartineros, siempre intento que ellos aprendan la misma lección que aprendí yo hace mucho tiempo y que se sientan como en casa, como el primer año que entré yo en el grupo.

De mi personaje recuerdo momentos geniales junto a Noemí, Jose y Melania. En todo momento me tocaba actuar con ellos, por lo que entre los 4 se creó un ambiente muy divertido de trabajo.

Sin embargo, el momento que me hizo seguir todo este momento en el grupo fueron los minutos previos a la primera actuación. Recuerdo cómo los últimos minutos antes de entrar a escena estaba tiritando de miedo y no me salía la voz de los nervios que tenía dentro de mí. La gente, al verme, me daba tanta energía positiva y tantas palabras de alivio que de repente me vi con una fuerza tremenda para comenzar la obra con mi “ARZA ANDE”.

En definitiva, mi primer año en el Óscar Martín marcó un antes y un después en mi vida, ya que, desde el mismo momento que pisé el salón de actos para ir a uno de los primeros talleres, mi vida ya no volvería a ser la misma. Gracias de todo corazón a todos y cada uno de uno de los que participaron en esta gran obra, pues entre todos vosotros me hicisteis uno de los mejores regalos que nadie me ha podido dar en la vida: el teatro.

Rafa (El Virutas)